Toledo conserva la imagen de ciudad medieval refugiada en murallas y torreones desde las que se abren distintas puertas por las que se puede acceder a su impresionante casco histórico. Desde su entrada principal, la Puerta de Bisagra hasta el Puente de San Martín y el Puente de Alcántara, su recinto histórico ofrece numerosos sitios que visitar y contemplar.
Conocer Toledo no es únicamente visitar sus calles y los imponentes monumentos que la ciudad guarda en su interior. Para imbuirse más en su historia y en su arte, la ciudad ofrece numerosas combinaciones artísticas y culturales compuesta por salas de exposiciones, galerías de arte y recorridos que se pueden improvisar por sus estrechas calles, callejones, plazas y rincones. Una de las propuestas que se suele hacer al turista es visitar los tradicionales patios de las casas toledanas y disfrutar de su belleza, sobre todo durante sus fiestas, especialmente en la Semana Grande del Corpus Christi (mayo-junio), ya que la mayoría se engalanan para tal ocasión. Si se encuentra una puerta abierta en el Casco Histórico, no lo dude, adéntrese y disfrute de su colorido y de su luz.